En el ámbito financiero, las empresas a menudo adquieren sus propias acciones como parte de su estrategia corporativa. Esta práctica, conocida como “acción propia”, puede tener varios efectos en la empresa y en su balance financiero. Este trabajo se propone analizar qué son las acciones propias, destacar sus principales características y examinar cómo impactan en el balance financiero de una organización.
Las acciones propias, también conocidas como acciones en tesorería, son aquellas que una empresa adquiere de su propio capital social y que no están en manos de los accionistas externos. Estas acciones pueden ser recompradas en el mercado abierto o mediante ofertas públicas de recompra. Es importante destacar que las acciones propias no confieren derechos de voto ni derechos económicos a la empresa, ya que no representan una participación efectiva en el capital social.
Principales Características de las Acciones en Cartera
- Objetivos Corporativos: Las empresas adquieren acciones propias por una variedad de razones, que pueden incluir la redistribución del capital, la gestión de excedentes de efectivo, la financiación de programas de incentivos para empleados, la defensa contra adquisiciones hostiles o la señalización de confianza en el mercado.
- Limitaciones Legales y Regulatorias: La compra de acciones propias está sujeta a regulaciones específicas establecidas por las autoridades financieras y los órganos de gobierno corporativo. Estas regulaciones varían según la jurisdicción y pueden incluir restricciones sobre el número de acciones que una empresa puede adquirir, los métodos de adquisición y los propósitos para los cuales pueden utilizarse las acciones propias.
- Impacto en la Estructura de Capital: La adquisición de acciones propias afecta la estructura de capital de la empresa, ya que reduce el número de acciones en circulación y, por lo tanto, aumenta el valor relativo de las acciones restantes. Esto puede influir en la percepción de los inversores sobre la solidez financiera y la rentabilidad de la empresa.
- Consideraciones Contables: Las acciones propias se registran en el balance de la empresa como un activo, pero se clasifican como una deducción del capital social. Por lo tanto, no se consideran en el cálculo del capital contable ni en la distribución de dividendos.
- Potencial Dilución del Valor por Acción: Si las acciones propias se emiten nuevamente en el futuro, ya sea para financiar adquisiciones u otros fines corporativos, esto puede diluir el valor por acción y tener un impacto negativo en el precio de mercado de las acciones existentes.
El Efecto de las Acciones Propias en el Balance Financiero
La adquisición de acciones propias tiene varias implicaciones para el balance financiero de una empresa:
- Impacto en el Activo: Las acciones propias se registran como un activo en el balance de la empresa, lo que aumenta el valor total de los activos.
- Impacto en el Pasivo y el Patrimonio Neto: Al adquirir acciones propias, la empresa utiliza sus recursos financieros para recomprar acciones, lo que reduce la cantidad de efectivo disponible y, por lo tanto, puede afectar el pasivo circulante. Además, la reducción del capital social disminuye el patrimonio neto de la empresa.
- Impacto en los Ratios Financieros: La adquisición de acciones propias puede influir en los ratios financieros clave, como el ratio de endeudamiento, el ratio de liquidez y el retorno sobre el patrimonio. Estos cambios pueden afectar la percepción de los inversores y los acreedores sobre la salud financiera y la solvencia de la empresa.
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José Raymundo Vázquez, 19 de Febrero 2024
Acción propia, ecometa.net